El papel pintado es un material decorativo muy empleado en la decoración de los hogares, sobre todo en zonas del norte de Europa y Países Anglosajones. Si bien es cierto que dentro de sus usos hay dos zonas en las que es poco habitual. Cocinas y baños son estancias poco propensas al uso de este material, pero como en todo, hay casos en los que se ha usado con unos resultados más que aceptables.
Cocinas y papel pintado
El papel pintado tiene ventajas como su resistencia y fácil limpieza. No requiere una gran inversión de tiempo y trabajo para su renovación, y ocultan fácilmente imperfecciones de las paredes. Además, permite crear diferentes ambientes en una misma estancia simplemente cambiando el tipo de papel.
No obstante, a pesar de sus ventajas, sigue sin emplearse mucho en cocinas. Pero si aún así, has decidido que quieres usarlo para tu nueva cocina, te recomendamos que te decantes por un papel vinílico. Este tipo de papel lleva una capa de vinilo por encima del papel que lo impermeabiliza. De este modo, se limpia con más facilidad, es más resistente a manchas y no se deteriora en caso de encontrarse en una zona donde le de directamente la luz del sol.
Lo mejor para usar este material son paredes lisas o azulejos, pero en este último caso antes de su colocación tendrías que aplicar una capa de masilla que cubra los azulejos para que la superficie quede totalmente plana y poder colocar bien el papel sin que se noten las líneas de los azulejos.
A la hora de elegir su ubicación, y aunque hayas elegido un papel vinílico, te recomendamos que evites colocarlo en zonas con mucha humedad como la zona del fregadero, frigorífico, lavavajillas; Y en zonas con exceso de grasa como el horno y la zona de fuegos de la cocina. Si el papel está bien impermeabilizado no tiene porque haber mayor problema, pero siempre tendrás más riesgo de que se estropee más rápidamente.
No obstante, puedes contar con nosotros para asesorarte desde el primer momento en el diseño de tu cocina, solo tienes que ponerte en contacto con nosotros.